La luz, el calor, el olor y la maravilla de la primavera nos invita a salir. A llenarnos de la explosión de vida que invade nuestros ojos.
Pasear sintiendo en la piel y en el alma todo lo que nos ofrece la floración, nos ayuda a profundizar en el milagro que cada respiración, que cada latido nos regala la vida.
Es tiempo de paseo, disfruta de la maravilla de ser.